Un día, hace más de quince años, me encontré una cámara fotográfica Canon AE-1 en un armario. Desde ese día empecé a disparar el obturador y lentamente la ciudad se convirtió en el centro de mi búsqueda. Mi primera fotografía en una exposición fue en el Planetario de Bogotá, era un eclipse de sol que lo vi en Chiriguaná, Cesar. Las cámaras fueron y vinieron, de rollo, advantix (APS), digitales, desechables, DSLR, sumergibles, y con ellas cientos de intentos por captura en un papel, y más adelante en un archivo digital, imágenes de ciudad.

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En Chicago estudié la formalidad de la técnica, en el Chicago Photography Center, y finalmente me instruyeron en el área que me interesa Urban Photography. Desarrollé proyectos personales [Here and there, Around the world in Chicago y ‘L Viaje’] en función de esa búsqueda por observar la complejidad que esconde la ciudad. Ahora, aunque de vez en cuando miro a las estrellas, a veces juego ajedrez con mi hermano y nunca volví a jugar fútbol, mis preocupaciones gravitan alrededor de la ciudad escribiendo papers, códigos para simulaciones, montando sistemas de información geográfica y haciendo fotografías.